María Dolores Santisteban nos cuenta su caso

“Mi nombre es María Dolores Santisteban tengo 15 años. Antes de empezar con la terapia y llevar las gafas era una niña que sacaba buenas notas pero no coincidían con el tiempo de estudio que yo dedicaba a cada materia, me agobiaba en sitios con mucha gente o pequeños, me daba mucho vértigo las alturas y me mareaba con facilidad, me costaba ir recta por la calle, es decir, empujaba a la otra persona de su dirección porque la utilizaba como guía, no sabía diferenciar entre la derecha y la izquierda y no sabía beber agua “a cañete” ni ponerme bizca.

Ahora desde que tengo las gafas y estoy con la terapia mis notas han subido y me ha costado menos centrarme a estudiar. Ahora puedo estar perfectamente con mis amigos en cualquier lugar sin sentirme incomoda por el espacio y por la cantidad de gente que hay, hace poco tuve un viaje de fin de curso con el colegio e hicimos escalada, tirolina y tuvimos que andar sobre una cuerda haciendo equilibrio y no sentí vértigo ni me mareé, ahora no molesto a las personas que andan conmigo porque sé ir recta y ya no necesito referencias, he conseguido diferenciar entre la derecha y la izquierda y he conseguido beber agua “a cañete“.

Aún me queda mucho por aprender y trabajar mis ojos, pero solo sé que no hay nada mejor que descubrir con la vista nuevas cosas que antes no apreciaba. “