Durante el verano solemos disfrutar más del aire libre y exponer nuestros ojos al sol y a otras situaciones que pueden dañarlos, como sumergirnos en el mar o la piscina con los ojos abiertos. Así, se incrementan los riesgos de padecer algún trastorno ocular y, por eso, es importante cuidar los ojos en verano.
Los efectos nocivos del sol en los ojos son frecuentes en esta temporada, pero no son los únicos. El agua salada, el cloro o el aire acondicionado también pueden provocar problemas graves. Por eso, desde Federópticos Trinidad, óptica en Úbeda, te explicamos cómo mantener una buena salud ocular.
¿Por qué es importante cuidar los ojos en verano?
Cuando estamos al aire libre, nuestros ojos se enfrentan a peligros como la radiación ultravioleta (UV), la luz visible y la luz infrarroja (IR). Estos factores pueden causar diferentes daños oculares, como:
- Cataratas.
- Quemaduras retinianas.
- Quemaduras en la córnea y la conjuntiva.
- Mayor riesgo de padecer cáncer en los anexos oculares.
- Degeneración de las capas elásticas de la conjuntiva (pinguécula).
- Crecimiento de material cicatrizante sobre la córnea (pterigium).
También hay otras situaciones que pueden provocar trastornos en nuestros ojos, como el contacto con el cloro y las bacterias de las piscinas. Además, es importante saber que el agua del mar suele reflejar la luz solar un 30% más que el resto del año, incrementando así la radiación en los ojos.
Recomendaciones para el cuidado de los ojos en verano
Debido a los peligros mencionados anteriormente, es imprescindible tomar precauciones para el cuidado de los ojos. Aquí te damos una serie de recomendaciones para el verano con el fin de conservar una salud ocular excelente.
1. Utiliza gafas de sol homologadas y sombrero
La intensidad de los rayos UV es más alta durante el verano que en el resto del año, y además estamos más tiempo al aire libre.
Por esta razón es importante usar unas buenas gafas de sol. Y no, no sirven unas cualquiera: deben ser de calidad y compradas en un establecimiento especializado. De hecho, usar unas gafas de mala calidad será perjudicial.
Ademñas, el dúo gafas de sol y sombrero siempre es una opción acertada en verano, ya que te protegerá de la radiación por duplicado. Así puedes asegurarte de no recibir ningún rayo de sol directamente en los ojos.
2. Lávate los ojos y la cara a menudo
Es recomendable que te limpies los ojos antes y después de sumergirte en el mar o en la piscina. Utiliza un pañuelo limpio para secarte y así eliminarás las sustancias contaminantes del ambiente, así como bacterias o componentes dañinos del cloro presentes en el agua de las piscinas.
3. Protege tus ojos bajo el agua
Si te gusta nadar o simplemente no puedes resistirte a abrir los ojos bajo el agua, debes emplear unas gafas de buceo. Evitarás la inflamación, el enrojecimiento y el ardor propios del cloro o el agua de mar.
Además, de esta forma evitarás entrar en contacto directo con las bacterias y otros componentes perjudiciales presentes en las aguas de las playas y las piscinas.
4. Evita mirar directamente al sol
Mirar directamente al sol es muy dañino para los ojos a cualquier hora del día, aunque sea el momento del amanecer o atardecer. Incluso si usamos unas buenas gafas de sol, mirar directamente al sol está siempre desaconsejado, ya que esto puede causar quemaduras, daños en la córnea y queratoconjuntivitis.
5. Cuidado con las lentillas
Usar lentes de contacto durante el verano no tiene que suponer ningún problema estrictamente. Sin embargo, no es recomendable usarlas mientras te sumerges en una piscina o en el mar.
En las lentes de contacto pueden quedar atrapados hongos y bacterias que provocarán una infección, por lo que es recomendable que te las saques antes de sumergirte.
6. Evita ambientes muy secos o con aire acondicionado muy alto
Este tipo de condiciones ambientales provocan sequedad en los ojos y, en consecuencia, irritación, sensación de arenilla y lagrimeo excesivo. Si nos los rascamos podemos terminar sufriendo conjuntivitis.
Factores de riesgo para la vista
Para aumentar las precauciones, lo mejor es tener en cuenta todos los factores de riesgo.
- Horas centrales del día. Entre las 10 y las 14 h se debe evitar la exposición directa. También lo agradecerá tu piel.
- Color de ojos. Las personas con ojos oscuros tienen más protección natural que las de ojos claros.
- Edad. Los niños son más sensibles a los efectos del verano, por eso su protección y cuidados deben ser más completos.
- Reflexión de la luz. En el mar es tres veces más alta, así que cuidado en la playa o en los viajes en barco.
- Nubosidad. Tendemos a confiarnos respecto a los peligros del sol cuando hay nubes, cuando realmente nos llega un 90% de la radiación. Usa protector solar y gafas de sol incluso en los días nublados.
- Latitud. Cuanto más cerca del ecuador, mayor riesgo para tus ojos.
- Altitud. Si tienes planeado alguna escapada a la montaña, protégete especialmente. Cuanto mayor es la altitud, más alta es la radiación.
Y tú, ¿cuidas tus ojos en verano? Bastará con que sigas estos sencillos consejos y evitarás problemas innecesarios. ¡Disfruta de las vacaciones!
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